El fútbol femenino (fútbol femenil, en México) es el fútbol practicado entre
mujeres,
y es el deporte en equipo más practicado por las mujeres en todo el mundo. Esta variante se ha vuelto popular
en
varios países, y es una de las pocas disciplinas deportivas femeninas con ligas profesionales en ese ámbito.
La mujer ha tenido participación en el desarrollo y evolución del fútbol hasta nuestros días.
Las primeras evidencias parecen venir de la China de la dinastía Han donde se practicaba una variante antigua
en
la cual podían participar mujeres,llamada Tsu Chu , que se documenta a
partir del 2500
a.C. La meta del Tsu Chu era patear el balón a través de una pequeña red abierta y se podía anotar con
cualquier
parte del cuerpo, excepto las manos. Existen otros deportes que indican que en la Europa del
siglo XII era usual que las mujeres jugaran juegos de pelota, especialmente en Francia y Escocia.
Durante la Edad Media, en Gran Bretaña, estuvo prohibido. Tras siglos de persecución y prohibiciones contra el
fútbol por su "naturaleza violenta", en 1863 en Gran
Bretaña, se definieron normas para evitar la violencia en el juego con tal de que fuera socialmente aceptable
para las mujeres.
Mientras que algunos sostienen que el primer partido oficial de fútbol femenino tuvo lugar en Glasgow,
Escocia,
en 1892, no hay evidencia clara que lo confirme. Varios encuentros habían tenido lugar durante la década de
1880, pero ninguno que pueda calificarse como oficialmente organizado.
En 1894, Nettie Honeyball, fundó el primer
club
femenino, denominado
British Ladies Football Club. Honeyball, declaró que con esto quería demostrar que
la
mujer podía emanciparse
y tener un lugar importante en la sociedad y representación en el Parlamento.
El primer partido considerado oficial por la mayoría de las fuentes, se realizó en Londres, el 23 de marzo de
1895, organizado por el British Ladies Football Club. Fue un encuentro entre los equipos North y South en el
campo del Crouch End Athletic, ante unas 10 000 personas, que finalizó con la victoria 7 a 1 del North,
capiteanado por Nettie Honeyball.
En 1902, la Federación Inglesa de fútbol prohibió el fútbol de mujeres y jugar contra equipos femeninos.
En 1921, le negó a los clubes prestar sus estadios para disputar encuentros públicos para futbolistas
femeninas.
La
Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino en Gran Bretaña. Debido a que
muchos
hombres fueron reclutados por las fuerzas armadas británicas y partieron al campo de batalla, la mujer
se
introdujo masivamente en la fuerza laboral y por ende en los torneos de fútbol que eran populares entre los
obreros varones de la época. Muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese
entonces eran
privilegio de los varones. El más exitoso de estos equipos fue el Dick, Kerr's Ladies de Preston,
Inglaterra.
Dicho equipo fue exitoso, alcanzando resultados como el de un partido contra un equipo escocés en el que
ganaron
por 22-0.
Sin embargo, al fin de la guerra, la FA no reconoció al fútbol
femenino a pesar del éxito de popularidad que
alcanzó. Esto llevó a la formación de la English Ladies Football Association, cuyos inicios fueron difíciles
debido al boicot de la FA, que las llevó incluso a jugar en canchas
de
rugby y en otras instalaciones no
afiliadas a la FA.
Esto se debió, fundamentalmente, a que la FIFA
prohibió el fútbol femenino en sus campos oficiales. Esta
prohibición duró hasta 1971.
Tras
la Copa Mundial de Fútbol de 1966 y la progresiva masificación del fútbol, el interés de las
aficionadas
creció a tal punto que la FA decidió reincorporarlas en 1969 tras la
creación de la rama femenina de la FA. En
1971, la UEFA encargó a sus respectivos
asociados
la gestión y fomento del fútbol femenino hecho que se
consolidó en los siguientes años. Así, países como Italia, Estados Unidos o Japón llegaron a constituir ligas
profesionales competitivas de fútbol femenino, cuya popularidad no envidia a la alcanzada por sus símiles
masculinos.
Aunque su crecimiento más notable se haya producido en las últimas décadas, el fútbol femenino tiene unas
raíces
tan profundas como las del masculino. Ya en la década de 1880 se habían entablado varios encuentros, pero por
diversas razones no pueden calificarse de partidos oficiales organizados. Por este motivo, el encuentro entre
el
North y el South en el campo del Crouch End Athletic, en Londres, ha pasado a la historia como el primero en
su
género. A pesar de que el fútbol femenino era prácticamente inédito entonces, el partido atrajo a una cantidad
de espectadores que haría las delicias de muchos de los clubes actuales. El artículo que publicó el diario
The
Guardian informaba que muchos de aquellos aficionados, curiosos e intrigados por la posibilidad de ver
a
las
mujeres practicando un deporte considerado principalmente un pasatiempo masculino en aquellos días, no
llegaron
a ver prácticamente nada de aquel encuentro.
Aunque su crecimiento más notable se haya producido en las últimas décadas, el fútbol femenino tiene unas
raíces
tan profundas como las del masculino: su primer partido oficial se disputó el 23 de marzo de 1895.
Ya en la década de 1880 se habían entablado varios encuentros, pero por diversas razones no pueden calificarse
de partidos oficiales organizados. Por este motivo, el encuentro entre el North y el South en el campo del
Crouch End Athletic, en Londres, como se dijo anteriormente, ha pasado a la historia como el primero en su
género.Algunos cronistas de la época indicaron que más 10.000
espectadores presenciaron el encuentro. El artículo que publicó el diario The Guardian informaba de que muchos
de aquellos aficionados, curiosos e intrigados por la posibilidad de ver a las mujeres practicando un deporte
considerado principalmente un pasatiempo masculino en aquellos días, no llegaron a ver prácticamente nada de
aquel encuentro.
“Muy pocos de los presentes pueden haber visto el partido, puesto que, con la excepción hecha de los
afortunados
ocupantes de la pequeña tribuna, los espectadores tuvieron que quedarse en pie en un terreno totalmente plano,
sin bancales”, informaba (tal y como se puede apreciar en la ilustración del partido que publicamos aquí).
“Pero
además, en la pequeña tribuna destinada a la prensa no cabían ni siquiera diez periodistas”.
El choque terminó con la victoria por 7-1 para el North, capitaneado por Nettie Honeyball, la fundadora del
British Ladies Football Club, la entidad organizadora del encuentro. La calidad del partido suscitó opiniones
de
todo tipo, pero hay que tener en cuenta que los dos equipos rivales tenían sólo un par de meses de existencia
y
muy poca experiencia en el juego.
Los puntos de atención
Tras el partido, casi todas las informaciones coincidían en destacar dos aspectos. La primera era la actuación
sobresaliente de la señora Graham para el North. El periódico The Standard describió la aportación de la
arquera
como “capital”, y el *Middlesbrough Daily Gazette aseguraba que “si la señora Graham hubiera jugado con el
otro
equipo, el resultado habría sido justamente el contrario”.
La segunda fue la fascinación que suscitó la vestimenta de las jugadoras. Los uniformes consistían en blusas,
gorras y bombachos, unos pantalones muy amplios que se ceñían a la pierna un poco más abajo de la rodilla. La
ropa supuso una especie de revolución, pues las mujeres solían llevar faldas largas incluso cuando competían
deportivamente.
“Debo decir que la impresión que me ha dejado el partido de esta tarde ha sido la de un espectáculo
bonito”,
comentaba la periodista del The Guardian, identificada únicamente con la firma de “una mujer reportera”, un
ejemplo más de la consideración que recibían las mujeres profesionales hace más de un siglo. “La imagen de una
chica pateando un balón puede ser muy grácil, siempre que no vista esas faldas que restan toda la estética al
juego”.
El periódico de Manchester se mostraba optimista sobre el futuro del fútbol femenino: “No hay razón para que
las
mujeres no hagan suyo este deporte como una nueva y saludable forma de ocio”.
Sin embargo, en un ejemplo de la intolerancia a la que se han enfrentado las mujeres y posiblemente todavía
tengan que sufrir, otros se mostraban menos inclinados a admitir la posibilidad de que el fútbol femenino
progresara algún día. “No saben y nunca sabrán jugar al fútbol como hay que jugar”, aseguraba el Bristol
Mercury
and Daily Post. “Nosotros, por nuestra parte, nos alegramos de que las mujeres no sepan jugar al fútbol. Y
aunque fueran capaces de ello, este deporte siempre será inapropiado para su sexo”.
En la cronología del fútbol femenino, este partido destaca como un hito importantísimo en el largo camino
recorrido hasta la actualidad, lleno de obstáculos, prohibiciones y prejuicios como el anteriormente citado.
Cuando se alce al cielo el trofeo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en Canadá el 5 de julio, este
símbolo
de triunfo será el resultado del largo camino que arrancó en aquel partido organizado en el norte de Londres,
donde 22 mujeres saltaron al terreno de juego dispuestas a romper barreras.
Oposición al deporte
Si desde sus comienzos el fútbol generó un enorme entusiasmo en la gente común de las Islas Británicas,
también
provocó, aunque sin éxito, constantes intervenciones de las autoridades, que fruncían el seño ante las
reacciones violentas que, a veces, el deporte generaba.
En el año 1314, el alcalde de Londres se vio obligado a prohibir el fútbol dentro de la ciudad, con pena de
cárcel, a causa del ruido que ocasionaba.
Durante la llamada "Guerra de los cien años" que libraron Inglaterra y Francia (1337-1453), el fútbol no era
bien visto en la Corte, pero esta vez por otras razones: Eduardo III, Ricardo II, Enrique IV y Enrique V
castigaban a todos los que lo practicaban porque privaba a sus súbditos de practicar los mucho ejercicios
militares más útiles, principalmente el tiro con arco.
Todos los reyes escoceses del siglo XV se sintieron obligados a censurar, y hasta prohibir, el fútbol. Muy
famoso es el decreto publicado por el parlamento convocado por Jaime I en Perth en 1424: "That no man play at
the Fute-ball" (Que ningún hombre juegue al fútbol). Todo esto, sin embargo, no sirvió de mucho: el amor de
luchar por el balón era demasiado profundo para ser erradicado.
La pasión por el fútbol fue muy notoria en Inglaterra durante la época isabelina. Ayudó a intensificar el
entusiasmo local la influencia heredada de la Italia del Renacimiento, especialmente desde Florencia, aunque
también desde Venecia y otras ciudades, donde se conocía una forma de juego propia llamada "calcio". Éste
estaba
mejor reglamentado que el fútbol inglés y los equipos vestían uniformes de distintos coloridos, y era jugado
en
eventos de gala especiales
En Inglaterra, el juego siguió siendo rudo y poco elegante, pero encontró en esa época un seguidor prominente,
que lo alababa por otras razones diferentes a las de los jugadores: el famoso pedagogo Richard Mulcaster.
Director de los renombrados colegios londinenses Merchant Taylors' y de St. Pauls, Mulcaster le adjudicó a la
causa valores educativos positivos, señalando que el fútbol fomentaba la salud y la fuerza. Además, propuso
eliminar las brusquedades, limitar el número de participantes por equipo y la incorporación de árbitros más
severos.
Hasta esa época, la oposición al fútbol se debía a cuestiones relacionadas con el desorden público. En 1608,
por
ejemplo, en Manchester se lo prohibió por la cantidad de vidrios de ventanas rotos a causa de su práctica. En
el
transcurso del siglo XVI, sumó un nuevo frente de ataque: en los lugares donde comenzó a expandirse el
puritanismo, se tildó a los deportes de frívolos en general, con el fútbol a la cabeza.
Se lo consideraba, en primer lugar, perturbador del descanso dominical y, al igual que el teatro, fuente de
ocio
y vicios. En esta época se sentaron las bases de la prohibición de los entretenimientos los domingos, y la
práctica del fútbol pasó a ser considerada tabú. Permaneció así durante los próximos 300 años hasta que se lo
pudo practicar de nuevo, primero en forma no oficial y luego dentro del marco la "Football Association",
aunque
sin eventos a gran escala.
Durante varios siglos no se registró casi ningún desarrollo en el fútbol. Este deporte, prohibido durante 500
años, no pudo ser eliminado.
En el 2004 el presidente de la FIFA
Joseph Blatter sugirió que las mujeres futbolistas debieran
"usar pantalones
cortos más ceñidos y camisas sin mangas... para crear una estética más femenina" y con este
uniforme "atraer a
más hombres como espectadores". Esta crítica fue ampliamente comentada por futbolistas y
algunos periódicos,
pero fue pronto tachada de sexista y machista
por la prensa de "privilegiar el físico de las deportistas antes que su juego".
En septiembre de 2008 el equipo neerlandés FC De Rakt de los Países Bajos
entró
en los titulares internacionales mediante el canje de su equipo viejo por uno nuevo con pantalones más cortos
y
camisetas ajustadas. Esta innovación, que había sido solicitado por las futbolistas, fue vetada inicialmente
por
la Real Federación
de Fútbol de los Países Bajos pues de acuerdo a las reglas del juego los pantalones cortos deben ser usados
por
todos los jugadores, tanto hombres como mujeres; esta decisión fue revertida cuando se reveló que las
jugadoras
del FC De Rakt llevaban pantalones cortos debajo de sus faldas, y por lo
tanto
técnicamente están cumpliendo con las reglas. Algunos aficionados neerlandeses especularon que el cambio de
vestimenta no era más que un truco publicitario.
El presidente del club, Jan van den Elzen, dijo a Reuters:
Las chicas nos preguntaron si podían hacer una vestimenta nueva y pidieron específicamente algo
parecido a las faldas. Nos dijeron el tema podía discutirse, pero no esperábamos que nos reclamen un permiso
para ello. Hemos visto las reacciones de Bélgica y Alemania, allí ya están diciendo que esto podría ser algo
útil para sus jugadoras. A muchas chicas les gusta jugar en faldas, pero no creía que fuera posible.
La capitán del equipo Rinske Temming, de 21 años, dijo:
Creemos que las faldas pequeñas son mucho más elegantes que los pantalones tradicionales y, además,
se sienten más cómodos, porque los largos se hacen para los hombres. Se trata más de ser elegante, no de ser
sexy. El fútbol femenino no es popular en este momento. En los Países Bajos hay una imagen de que el fútbol
"es más
para los hombres", pero esperamos que pueda cambiar.
En junio de 2011 Irán había perdido un partido de clasificación olímpica en Jordania, después de tratar de
llevar al campo jugadoras usando el hiyab islámico junto con trajes de cuerpo completo. La FIFA
otorgó una
victoria por 3-0 a Jordania, y explicó que los uniformes de Irán eran "una infracción de las Reglas de Juego",
por razones de seguridad. La decisión provocó fuertes críticas del presidente iraní Mahmud
Ahmadineyad, mientras las autoridades iraníes alegaban que las acciones de los delegados del partido
de
Baréin había sido por motivos políticos.
También en junio de 2011, el equipo ruso de laUEFA Feminine League , el WFC
Rossiyanka anunció un plan para que
sus futbolistas jugaran en bikini en un intento por impulsar esta tendencia hacia "un uniforme más femenino" y
atraer espectadores masculinos.
En 1937, el equipo Dick, Kerr's ladies jugó con las Edimburgh Ladies en el "Campeonato de Gran Bretaña y el
Mundo", siendo el primer partido internacional de fútbol femenino. Sin embargo, no existió una competición
internacional de fútbol femenino hasta 1982 en el que el primer "Campeonato Europeo para Equipos
Representativos
de Mujeres" de la UEFA fue lanzado, siendo que la primera final de 1984 fue ganada por el equipo de Suecia. A
esta competición le siguió el Campeonato Femenino de la UEFA, conocido también como Euro Femenino. En 1987,
Noruega ganó dicho campeonato y en las siguientes ediciones hubo un absoluto dominio de la Selección femenina
de
fútbol de Alemania en siete de las ocho posteriores ediciones, siendo su último título el obtenido en el año
2009.
Primeros mundiales femeninos
En 1970, se organizó el primer partido internacional de fútbol femenino en Italia, a donde acudieron
selecciones
representantes de varios países por invitación.
El 8 de diciembre de 1970, en el campo de Boetticher, en Villaverde, se jugó el primer partido de fútbol de
mujeres en España, organizado por Rafael Ruiz Muga, conocido como Rafael Muga. Se enfrentaron el Mercacredit y
el Sizam, y ganó este último 5-1, y los cinco goles fueron de Concepción Sánchez Freire, Conchi. El 21 de
febrero de 1971, se jugó el primer partido internacional de la selección española femenina, no reconocida, en
La
Condomina, Murcia, frente a Portugal. En julio de ese mismo año, España se enfrentó a Italia, en Turín.
El primer mundial fue extraoficial y no aparece ni siquiera en la historia del fútbol femenino, narrada en las
páginas oficiales de la FIFA, probablemente porque no fue organizado por la FIFA ni tampoco fue reconocido por
ella. Sin embargo, ese mundial y el que le siguió en 1971 despertaron la atención de un gran número de
aficionados. El primer "mundial femenino" de 1970 fue ganado por Dinamarca, que se impuso por 2-0 al
seleccionado de Italia. El segundo mundial se celebró en México, en 1971. El equipo mexicano se impuso a las
selecciones de Argentina, Inglaterra e Italia y se enfrentó en la final a Dinamarca. El encuentro se llevó a
cabo en la Ciudad de México ante un récord de asistencia para un encuentro de fútbol femenino, que hasta la
fecha no se ha superado en ese país. El resultado final fue de 3-0 a favor de Dinamarca. La
Selección Argentina fue recordada por su participación en México 71, donde el 21 de agosto venció 4 a 1 a
Inglaterra en el Estadio Azteca, ante 110.000 personas. El 21 de agosto se festeja en Argentina el
Día de la
Futbolista, en recordatorio del plantel que jugó ese partido. Los 4 goles fueron convertidos
por Elba
Selva
A pesar del gran éxito y la gran expectación creada por estos primeros mundiales femeninos, la desorganización
de las federaciones locales hizo que se perdiera la continuidad en los torneos y no fue hasta dos décadas
después, con el abierto respaldo de la FIFA, cuando se organizó el primer campeonato mundial de fútbol
femenino
con reconocimiento oficial
España jugó su primer partido oficial en 1983. Juan
Antonio Samaranch, expresidente del Comité Olímpico
Español y en la década de 1970 Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, apoyó el fútbol femenino.
Copa Mundial Femenina de Fútbol
La FIFA reconoció oficialmente el fútbol femenino en 1980.
Antes de su primera edición, realizada por China y ganada por los Estados Unidos en 1991, hubo varios
campeonatos internacionales extraoficiales como la "Copa Femenina de Invitación" de la FIFA, también organizada
por China en 1988. A partir de 1999, esta competición logra tener un interés internacional, consolidándose en
las siguientes ediciones. En la actualidad, las selecciones de fútbol femenino más potentes del mundo son las
de
Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón e Inglaterra. Otras selecciones con buenos resultados en los
Mundiales son Suecia, Brasil, Noruega, Canadá y China.
Juegos Olímpicos
Ante la creciente popularidad del fútbol femenino, el COI decidió incluirlo en el programa de los Juegos
Olímpicos de Atlanta 1996, torneo que, al igual que en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012, ganó el equipo
de
los Estados Unidos. El oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 fue para Noruega.
Copa Libertadores Femenina
La Copa Conmebol Libertadores Femenina, más conocido como Copa Libertadores de
América
Femenina es un torneo
internacional de fútbol organizado por laConfederación Sudamericana de Fútbol , la
más importante y prestigiosa
copa a nivel de clubes de fútbol femenino en América del Sur. Su primera edición se llevó a cabo en el año
2009,
siendo campeón el club, Santos de Brasil.
A diferencia de su similar masculino, nunca han participados clubes invitados de otras confederaciones, el
torneo se realiza en un solo país (participando un equipo invitado como anfitrión además del respectivo
campeón
de liga local), participan solo un equipo por país a excepción del país anfitrión que cuenta con dos plazas,
el
país del equipo que haya sido campeón también contará con la misma cantidad de plazas también puede ocurrir un
país con tres plazas. se disputa un partido por el Tercer lugar del certamen.
Junto a la Liga de Campeones Femenina de la UEFA son las únicas dos competencias entre clubes femeninos a
nivel
continental en el mundo.